Uberdimensionado

08-25-2015

En ocasión del inicio de operaciones de la transnacional Uber en Costa Rica en estos días ha habido mucha conversación, en línea y en la vida real, respecto a si el gobierno debería dejar a la empresa en paz o no.

Digo que se trata de dejar a la empresa en paz porque honestamente no entiendo qué ha motivado la conversación. El tema de transportarse en Costa Rica ha sido tema desde que me acuerdo. En los ochentas viajar de Heredia a San José era cosa de 45 minutos a una hora y en el 2015 continúa siendo más o menos lo mismo. Para pinches 10 km. Así, la velocidad promedio de viaje en Costa Rica es de 10 a 25 kilómetros por hora. Esto es algo que la gente en Costa Rica acepta como un hecho de la vida. Waze y Google Maps no han cambiado en nada esto, cuando mucho han ayudado a postergar lo inevitable.

La congestión tampoco es el tema detrás de las conversaciones sobre Uber. Los carros de Uber se van a mover en las mismas malas calles con los mismos malos conductores de toda la vida. Como esta no es la primera vez que Uber tiene el problema que está teniendo en Costa Rica, la empresa ya tiene ensayado el guión de la conversación, y este incluye hablar tonterías respecto a ayudar a resolver esta situación. Cuando yo sustituyo un carro por otro carro, el problema de tránsito no se inmuta. Y cuando agrego carros al tránsito existente, el problema empeora. Uber en Costa Rica en este sentido no resuelve nada, y es posible que hasta agrave un poquitito la situación, porque ahora hay un incentivo adicional para que más gente saque el carro y circule todo el día.

Los taxis tampoco son un problema en Costa Rica. De verdad, no lo son. Llevamos no sé cuántos años con casi la misma cantidad de taxis en circulación. Nadie se ha muerto por falta de un taxi y hasta vacas han viajado en ellos. Los usuarios de taxi existen en una burbuja extraña: el taxi es muy caro comparado a un bus, y por kilómetro no compite favorablemente con el costo de tener vehículo propio. Parquear en San José es problemático, pero jamás se compara con el de parquear en Berlín, Nueva York o San Francisco, entonces decir que uno paga un sobreprecio viajando en taxi para ahorrarse el problema del parqueo no tiene sentido. Me atrevo a especular que la mayoría de gente que usa taxi tiene carro propio, y que recurre al taxi cuando definitivamente no puede usar su vehículo particular. Sí, hay gente que ni tiene ni quiere tener carro y usa taxi regularmente. Estoy seguro que son los menos y más raros. En este contexto Uber es peor, pues es más caro.

Nota al margen… Si usted usa un taxi más de cinco veces por semana y paga más de 5000 colones por viaje en promedio, y ha hecho esto por más de diez años, le tengo noticias: ya pagó su carro propio, mantenimiento incluido. La única justificación razonable para usar un taxi regularmente es que usted gane mucho más de 10 mil colones la hora y que tenga forma de continuar ganando eso mientras está en el taxi.

Si Uber no resuelve el tema de tránsito, ni el de transporte público, y económicamente no tiene sentido para el usuario, ¿qué problema real resuelve Uber en Costa Rica? ¿No tener que salir a la calle a buscar un taxi? ¿No tener que llamar para pedir un taxi? ¿No tener que esperar más de cinco minutos para que el taxi llegue? Desde el punto de vista del usuario, el único problema real que resuelve es no tener que lidiar con nuestra falta de un mecanismo para dar una dirección, pero este no es el problema que Uber trata de resolver, esto es sólo un accidente agradable de la solución empleada. En otros países Uber resuelve problemas exclusivos del 1% y no veo como Costa Rica vaya a ser diferente, entonces es justo preguntarse ¿quién del 1% tico va a usar Uber regularmente?

Siendo justos, hay un problema que Uber sí resuelve, pero por razones equivocadas: ganarse la vida como taxista en Costa Rica es miserable. En la mayoría de casos el taxista trabaja para alguien más, entonces el supuestamente buen negocio que es tener un taxi, lo es para alguien más, no para el chofer. Uber le da a los choferes el 80% de lo cobrado, que es bueno, pero hay que entender que no todo ese 80% es ganancia para el chofer, pues tienen que pagar el vehículo, su mantenimiento, los seguros y posiblemente un largo etcétera. Aún así, es posible que a esos choferes les vaya mejor que a los que manejan un taxi para alguien más. Y como es Costa Rica, eventualmente llegaremos al punto donde habrá gente que le pague a otra gente para manejar para Uber, y así volveremos a la situación original. Y digo que Uber resuelve este problema por razones equivocadas pues la empresa desde el día uno iba por la vía de evadir la regulación, al tratar de responder la pregunta ¿cómo hago para aumentar la cantidad de taxis en una situación donde la regulación no lo permite? Uber puede maquillar la situación como quiera, pero la realidad en el fondo es esa. Entonces no es que Uber estaba tratando de mejorar la situación de los conductores, sino que la respuesta que encontraron tiene esa cualidad.

Entonces, si Uber no resuelve ningún problema real en Costa Rica, ¿por qué la discusión apasionada? Mi teoría es que la gente que defiende a Uber en Costa Rica lo hace bajo la idea de cómo es posible que el gobierno pretenda regular un app, como si Uber no tuviese existencia en el mundo real. Es la noción de que todo lo que es posible hacer se debe permitir hacer, que aplica muy bien en el mundo virtual (Lessig, el código es ley) y horriblemente en el real. Fallar en hacer esa distinción entre el mundo virtual y el real típicamente conduce a la clase de discusión estéril que se ha producido en torno a este tema.

Sería muy bonito ver que el esfuerzo y la energía puestos en resolver este no-problema también se pusiera en resolver los problemas urgentes que sí tenemos. La desigualdad, por ejemplo.

PS: Acá me siento en la obligación de señalar que sí, tengo carro, y me sentiría extremadamente feliz de no tener que tenerlo.

PPS: La empresa originalmente se llamaba “UberCab”, el súper taxi.



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