“¿Manolo? Claro, abajo…”

01-02-2006

Otro de esos secretos a gritos respecto a nosotros, los hombres, es que si Vds., las mujeres, quieren vernos con una sonrisa de oreja a oreja, con la cara de un niño de cinco años confrontado a la expectativa de la mañana de navidad, con los ojos como un par de platos de porcelana de la china y con la cara ardiente de la emoción, tienen que hacer algo muy muy simple: llevarnos a una ferretería.

Y no se dejen engañar, porque sí, el tamaño importa: mientras más grande sea, mejor.

Y cuando una mujer no nos complace, tenemos que echar mano de, pues, nosotros mismos.

Así las cosas, a por la autocomplacencia…

Llego yo a la ferretería buscando un aparatito muy simple. Esta es una de esas ferreterías modernas y transnacionalizadas, con self service. Oh, graaave error ese. La sensación solo se compara con entrar a una juguetería y encontrar que no tienen una sección para los Muppets, sino un piso completo, con Gonzo en avión y toda la cosa. Resistí la tentación de detenerme frente a un sinfín de cosas que no necesitaba y caminé derecho a la sección de herramientas. ¡Maldición! ¡No tienen!

¿Qué me quedaba sino preguntar a un juguetero, er, digo, ferretero? Buenos días, disculpe, ¿dónde encuentro un manómetro? ¿Tal vez allá, donde están las mangueras? No se realmente, es que yo no trabajo acá Ah, otro que anda temprano en la mañana en fantasilandia. Pero no, por mucho sentido que tuviese la respuesta, carecía de razón.

“La gasolina” a un volumen generoso es signo seguro de que la persona que uno tiene cerca si es empleado del establecimiento. Disculpá — tendiendo a gritado a ver si le caía el cuatro respecto a lo omnipresente del entretenimento — un manómetro, ¿tendrán? claro, un momento, venga conmigo Que raro, por qué tendrán los manómetros en la sección de accesorios para baño pienso… ah, mentira, no estaban acá Vuelta por el otro lado de la tienda… nope, parece que allá tampoco. Vamos a donde comenzamos Don Mengano, ¿dónde están los manómetros? Allá, en el frente

Camina, camina, camina.

Más raro, los manómetros los tienen con los temporalizadoresDeme un chance y pregunto. Por suerte el otro día nos regalaron un segundo, porque sino me hago viejo esperando. Está abajo, disculpe ¿Abajo? ¿y puedo ir “abajo” con esto? No, eso lo tiene que pagar antes Bueno, ni modo, gracias Pago, salgo con mi “cajita” bajo el brazo, y por si las moscas le pregunto a los dos con pinta de gerente de piso (léase, no tenían ni aspecto de estar haciendo algo ni prisa por comenzar a hacerlo) Buenos días, el muchacho me acaba de decir que los manómetros los tienen abajo, ¿pero dónde es eso? Ah, ¡un manómetro! Disculpe caballero, es que al muchacho no le entendimos y pensamos que estaba preguntando por Manolo, que está abajo.

No tenían manómetros.

… ahora, si nos quieren ver babeando, nos muestran una mujer a quién le guste ir de paseo a las ferreterías.



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