Perfume de mujer

01-16-2006

Nadie se sorprendió, pasó lo que se esperaba que pasara: acabada la segunda vuelta de elecciones la candidata de la Concertación Michelle Bachelet es la presidenta electa de Chile. Llegó al puesto con un 54% de los votos, ninguna sorpresa en ese sentido tampoco.

Y a pesar de que eso es lo que las encuestas preveían también, me sorprende que el candidato de derecha Sebastián Piñera obtuviese el otro 46% de los votos.

No me sorprende que las encuestas predijesen tan bien el resultado, o que la suma cierre al 100%. Me sorprende que más de tres millones de chilenos crean que un gobierno de derecha es la mejor opción para Chile.

En la primera y la segunda vuelta votó casi el mismo número de personas (el número de votantes se redujo solo en tres mil) por tanto los números son directamente comparables. En la primera vuelta la derecha (Piñera + Lavín) obtuvo 3,4 millones de votos, mientras que en la segunda fueron 3,2 millones. Aparentemente 200 mil de los simpatizantes de Lavín se lo pensaron dos veces.

Al menos todos los ¿qué pasaría si Piñera gana? se quedarán sin respuesta. Pero los tres millones siguen siendo inquietantes.

El otro aspecto curioso fue el énfasis que se le está dando, luego de anunciado el gane, al hecho que Michelle Bachelet es mujer. Casi podría uno pensar que fue electa por su sexo y no por su capacidad para gobernar.

¿Es importante que una mujer llegue por primera vez a la presidencia de una nación? Sí, lo es, pues demuestra madurez en sus ciudadanos, precisamente porque quiere decir que han dejado de fijarse en el sexo de la persona y son capaces de ver las calidades de la misma. Existe una finísima frontera entre celebrar la elección de una mujer y celebrarla porque es una mujer.



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