01-12-2006
IP Watch reporta que Chile ha enviado una propuesta a la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI, WIPO, por sus siglas en Inglés) a fin de que se tomen medidas que busquen proteger el dominio público. Esto se enmarca en una ronda de discusiones en la WIPO que buscan “atender las necesidades en materia de PI de los países en vías de desarrollo”, iniciadas en el 2004 gracias a una iniciativa de Argentina y Brasil.
Chile subraya los efectos benéficos de la amplia disponibilidad de conocimiento bajo un régimen de dominio público. En la academia la enseñanza y la investigación se tornan muchísimo más simples: en la situación más extrema, trabajar bajo “Non Disclosure Agreements” — NDAs — es, en el mejor caso, solamente incómodo y en el caso más normal hasta contraproducente pues se torna imposible publicar resultados, enseñar a estudiantes o incluso discutir con colegas del ramo.
Muchos de aquellos que “dictan política” (llámense economistas, abogados, políticos, …) tienen una inclinación natural por hacer exactamente lo contrario, es decir, extender los regímenes de protección y regulación del uso y distribución de información en dirección de más restricciones y no menos, lo cual en la práctica se ha traducido en la protección de intereses corporativos por encima de los intereses de la sociedad. Así, una propuesta como la chilena se interpreta (erróneamente) como un intento por forzar a todo el mundo (literalmente) a la publicación de información bajo un esquema de dominio público, y dado que proviene de un gobierno de izquierda (o tan de izquierda como es posible en Chile en este momento histórico) entonces no pocos corren a tachar el asunto de “anticapitalista” (o recurriendo a eufemismos más comunes, “bloqueos irrazonables a la iniciativa privada”).
Pasiones a un lado, la parte más aplaudible de la propuesta chilena es el llamado a la WIPO para que establezca espacios de discusión y análisis en lo que respecta a la promoción de actividades creativas, innovación y transferencia de tecnología dentro del marco del sistema de propiedad intelectual imperante. En asociación con UNESCO un pronunciamiento de esta clase de WIPO podría ayudar a revertir la tendencia a levantar más barreras en esta materia.
¿Y nosotros? Bien, gracias.