Sobre la leche condensada

01-05-2006

Una cosa sobre la cual no termino de asombrarme es que los alemanes no tienen en sus supermercados algo tan básico como leche condensada, sino que tiene uno que ir en busca de un delicatessen ruso o sueco a fin de conseguir el preciado producto. Sí, hablo de eso que acá en Costa Rica se encuentra hasta en la pulpería más pequeña.

Y por asociación, si no tienen leche condensada tampoco tienen dulce de leche. ¡Y se dicen país desarrollado! La aproximación insultante que sí tienen es caramelo líquido embotellado. Pero más grave y más directo aún: ¡no tienen manjar! (y cuando uno los introduce al placer de niños y grandes le dicen que es muy dulce, ¡hase visto!)

Querido lector, en este punto me veo en la necesidad de subrayar que el dulce de leche y el manjar no son la misma cosa. El dulce de leche es leche cocinada con azúcar. El manjar es leche condensada cocinada1 Nestlé a veces nos hace el favor de vendernos la leche condensada precocinada, pero no es la misma cosa.

Y bueno, ¿qué tiene eso que ver con TIC? En mi rabieta de ayer contra ACAM decía que realizar copias no autorizadas de material musical es un delito. Eso se enmarca en un conjunto más amplio de delitos contra la propiedad intelectual, junto con, por ejemplo, la apropiación de obras de otros autores.

¿Y la leche condensada? Hernán Casciari (autor intelectual de la idea de la “blogonovela”, lleva el weblog de la mujer gorda como carta de presentación) cuenta hoy como sus escritos de pronto aparecen replicados en Internet sin cita, sin link, sin nada. El recomienda no hacerse la mala sangre y sigue su propio consejo. Aclara que la mayoría de estos ladrones son gilunes y que no llevan mala intención, sino que son analfabetos haciendo caso de aquello que la imitación es la mejor forma de adulación.

La leche condensada… hace ya un rato Casciari escribió un ensayo titulado España: decí alpiste2 en razón de que los españoles parecían estar en el mismo estado de barbarie que los alemanes y también desconocen la leche condensada, pero resulta que Nestlé introdujo el verano pasado en España el dulce de leche embotellado, pero no importado, sino enteramente producido allá. Globalización que llaman: así como ellos nos introdujeron cultura y de ahí salimos los latinoamericanos, ahora nosotros les devolvemos el favor introduciéndoles civilización.

El artículo de Casciari le dió, como era de esperar, sus tres millones de vueltas al planeta, y terminó en manos de un editor de alguna revista argentina. Una revista de esas light: mucho dibujito, grandes espacios en blanco, poco contenido. El editor no encontró nada más lindo que recortar el artículo (descuartizar es más apropiado), ponerle un lindo gráfico y publicarlo como editorial de uno de los números. Sin citas, sin links, sin reconocimiento de autoría.

Casciari siguiendo la máxima esa de “no le atribuyas a la malicia lo que puede ser explicado en razón de la estupidez” va y le dice al editor que él lo cree boludo, no ladrón, y procede a explicarle como usar Google, pues como dice él el asunto no causa rabia sino lástima.

Pero no era lástima lo de ayer cuando el representante de ACAM decía que ellos están haciendo lobby para que las fotocopiadoras tengan que introducir algo que “no es un invento nuestro, sino algo muy común en todo el mundo”, que es el pago de derechos de autor por página fotocopiada (y sí, el CAFTA abre una puerta para esto). Agregaba también que el costo “no recaerá sobre los usuarios del servicio, sino sobre los dueños de las fotocopiadoras” … ¿quienes muy generosamente lo van a sacar del chanchito que tienen debajo del colchón de la cama?

Ya que estamos cayendo en ridículos: ¿por qué no le pasamos la factura a España por concepto de derechos de autor en razón del uso la idea de cocinar leche con azúcar, y mientras estamos en esas, agregamos también especies vegetales y animales, métodos de cultivo, instrumentos musicales y otras hierbas?



  « Anterior: Siguiente: »