09-30-2006
El otro día una persona relacionada con Liberación Nacional se dejó ir [Coral] [WebCite] con esta afirmación: es que vamos a resolver los problemas con preguntas a un universo que ni siqueira sabemos si entiende que es un tratado de libre comercio ???
. El universo al que el autor hace referencia son los costarricenses, el tratado por supuesto es el CAFTA. Otra matiza la discusión con el siguiente aporte [Coral] [WebCite]: Eso es absolutamente cierto!…¿cómo le podemos pedir a la gente decidir sobre algo que no sabe, no quiere saber, no entiende, o no quiere entender? Es como si hiciéramos una encuesta para decidir cuáles de los medicamentos disponibles en el mercado son los que deben integrar la lista de medicamentos que receta la CCSS…¿qué tal un plebiscito para eso?
La discusión continuó por aquí y por allá, hasta llegar al punto donde alguien se cuestionó si los diputados conocían el texto del tratado (no encuentro el correo en cuestión en este momento).
Bueno, ¿qué más fácil que preguntarles? Hice exactamente eso: preguntarles a los 57 vía correo electrónico ¿ha leído Vd. el texto del “Tratado de libre comercio entre los EE.UU., Centroamérica y República Dominicana”?
Y acá, antes de que alguien diga que es un gasto superfluo de recursos y tiempo, no. Soy cuidadano costarricense y los 57, incluyendo todos aquellos por los que no voté, son mis representantes. Parte de sus funciones es atender las consultas de sus representados. Esto no es una banalidad, es simple ejercicio de derechos y deberes cuidadanos.
¿Y cuál fue el resultado de esta consulta? Hasta la fecha diez respuestas. Confieso que inesperadamente son como ocho o nueve más de las que anticipadas. Tal vez no tan inesperadamente, siete de las diez respuestas vienen de diputados del PAC. Otras dos son de liberacionistas y una del PUN. Aún cuando el número es inesperadamente alto, cabe la pregunta de por qué no es más alto, después de todo yo pedía un simple sí o no. Curiosamente algunos de los diputados que contestaron sintieron la necesidad de justificar su respuesta afirmativa. En las respuestas hay cosas curiosas y llamativas, pero quizás una de las más incómodas es la siguiente:
[...] la realidad es [...] que este tratado lo veo como una oportunidad para que otros costarricenses puedan tener derecho a mejorar su calidad de vida a través del trabajo sagrado que Dios nos invita a realizar día a día.
Ese es el tipo de respuesta que yo esperaría — apuntando alto — de un social cristiano y no de un social demócrata. El mismo diputado continúa:
[...] presiento que usted quiere probarme y a través de la prueba calificarme. Para ayudarle permítame darle algunos elementos de juicio.
- Por mi hambre respondo yo. Eso quiere decir que soy responsable de mis actos!!
- Estamos en el siglo 21 y no en el 19.
- Nunca le he temido a los cambios y trato de lograr lo positivo de ellos.
- Por último no creo en el asistencialismo. Creo que en la desigualdad esta la superación, pero esta debe ser con oportunidades. el Himno Nacional siempre sera mi norte y siempre sabré hacerle honor, por eso no le temo a lo que otros temen.
- De los que se oponen a dicho tratado, ni uno solo, oigalo bien, ha dado una propuesta que venga a sustituirlo y que contenga la posibilidad de seguir negociando con quien posee cca de 9 millones de kilometros cuadrados y 350 millones de habitantes.
(y para prafasear al estimable diputado, por su ortografía responde también él)
Me resulta preocupante que uno de los votos afirmativos para el CAFTA vaya a fundamentarse en convicciones teológicas y por demás en argumentos emocionales en lugar de racionales.
Otros diputados admiten haberle prestado más atención a detalles particulares del tradado, como por ejemplo lo que se refiere al ambiente. Muy atinadamente una diputada señala discrepancias entre el original y la traducción al Español. Un diputado incluso admite no haber leído la totalidad del texto pero si ha asistido a actividades de discusión del mismo y ha recurrido a la opinión de expertos en los diferentes temas. Alguien más asegura que el tratado sigue el formato presentado en otros tratados de similar especie y que el CAFTA no es bueno o malo en sí mismo sino que ofrece oportunidades para gente con capacidad creativa.
Dos diputados responden directamente que no han leído la totalidad del texto sino que se ha limitado a los capítulos que tienen que ver con temas de su interés. Acá es de subrayar que no es lo mismo decir “leí solo lo que me interesa y voy a votar positivamente” que “leí solo lo que me interesa y voy a votar negativamente.” Además en el caso de una diputada que respondió de esta forma asegura que no leer el resto de los capítulos se debe a falta de experticia en el tema particular y que para alcanzar una decisión en cuanto a los mismos ha recurrido ya sea a otros diputados que si son especialistas en el área relevante o a expertos fuera de la Asamblea Legislativa.
Es de rescatar que la totalidad de diputados del PAC coincidió en cuanto a la necesidad de buscar información de terceras partes. Coincidieron también sobre la importancia de que la decisión se realice en forma responsable, lo cual muchos igualaron con investigar y entender el tema en la mejor de sus capacidades.