07-18-2007
El periodico de Llorente traía el martes algo interesante: Alza internacional en maíz amarillo golpea a Costa Rica
. Dado su sezgo hacia las noticias favorables al CAFTA, supongo que no calcularon bien a la hora de poner esta nota …
La razón para la alza no es importante, el caso es que el precio del maíz amarillo anda por las nubes (hoy una tonelada de maíz amarillo cuesta casi el doble que un barril de petróleo). Y cabe la pregunta: ¿a quién le importa el maíz amarillo? Pues básicamente a todos. El producto se utiliza para la crianza de pollos y ganado, por ejemplo, lo cual quiere decir que su precio se ve reflejado eventualmente en el precio de la carne, de los huevos y la leche. La nota del diario incluye lo siguiente:
Costa Rica dejó de producir [maíz amarillo] hace 20 años, pues era más barato importarlo que sembrarlo, pero ahora esta tendencia podría revertirse.
Costa Rica hoy en día no produce maíz amarillo para fines comerciales, y se hace uno la pregunta de por qué, pues obviamente es un producto necesario dado que tiene impacto sobre varios productos de la difunta canasta básica. Hace como veintitantos años, durante la administración de OAS, se entró en un convenio con los EE.UU. conocido simplemente como “pe ele cuatro ochenta”. Poca gente sabe o recuerda que “P.L. 480″ quiere decir “Public Law 480″. Es, como se imaginarán, una ley de los EE.UU. que establece mecanismos mediante los cuales se provee ayuda alimenticia de los EE.UU. a países en varios estadios de desarrollo. Por ejemplo el programa administrado por la AID se llama “Food For Peace”. El presupuesto del año 2000 para ese programa era de US$750+ millones.
Nosotros, en los 80, en el marco del P.L. 840 recibimos de EE.UU. un préstamo condicionado de bajo interés. Parte de las condiciones era que una fracción del dinero se utilizase para comprar maíz amarillo de EE.UU. Sip, así como lo leen: nos prestaron plata para poder comprarles cosas a ellos, ¡y encima de eso teníamos que pagar intereses!
El resultado fue que el maíz amarillo subsidiado de EE.UU. simplemente arrasó con el sector nacional. El precio era tan bajo que no había forma de competir. En aquella época algunos recordarán los cuentos esos de reconversión y de como gente que cultivaba arroz y frijoles, de pronto tenía macadamias y flores. Los agricultores de maíz amarillo que tenían acceso a créditos, capacidad de endeudamiento y en general disposición para meterse en este cuento de la reconversión salieron bien librados, pero la realidad es que a la mayoría se los llevó la trampa.
Uno podría decir (y de hecho el gobierno lo dijo en aquel momento) que diey, que salados, que si la mayoría de los consumidores se veían beneficiados por los bajos precios del maíz de afuera, que, como en todo, había que tener perdedores y ganadores, y dado que los ganadores eran muchísimos más que los perdedores, entonces dele viaje.
Pero como la mayoría de las cosas, no fue tan simple: 20 años después nos encontramos con este dejá vù político: OAS otra vez sentado en la silla presidencial, y otra vez nos dicen lo de los perdedores y los ganadores y la reconversión. La diferencia es que hoy sabemos lo que pasó 20 años después: al dejar de producir maíz amarillo nosotros nos volvimos vulnerables, y hoy de pronto nuestra economía interna se ve afectada por desiciones completamente ajenas a nosotros y sobre las cuales no tenemos ningún control. Y tiene consencuencias no sobre los numeritos del banco central, sino todas las semanas sobre nuestros propios bolsillos cada vez que vamos a la feria y al súper.
Por eso dicen: todo pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla.
Yo en aquella época estaba en la escuela y cuando escuchaba mencionar “P.L. 480″ no sabía de qué hablaban, pero recuerdo que hablaban mucho. Recuerdo que también pensaba que seguro debía ser algo que tenía que ver con esa otra cosa que salía en las noticias por unas cosas de platas y fondos y no sé que más: el PLN. ¡Candidez de güila!