04-16-2009
¿Se acuerdan del episodio de hace unos días donde resulté suscrito a una lista de correo de un medio “informativo” sin que yo lo solicitara? ¿El medio ese que apesta a propaganda política? ¿El medio que pretende ser “no objetivo pero si imparcial”? ¿Ese donde nos dijeron no una, sino dos veces el equivalente de “si no le gusta la caca que mi perro deja en su patio, ¡recójala!”?
Como el masoquismo no es lo mío, efectivamente me desuscribí utilizando el mecanismo indicado en el mismo correo no deseado. Parece que los encargados, al retornar de la juerga de semana santa repasaron la lista de suscriptores… ¡y otra vez estoy suscrito! Ahora qué, ¿no solo tengo que recoger la caca del perro sino que también tengo que limpiarle el trasero al animalito?