El valor de un voto

09-29-2009

Nuestro sistema electoral es una auténtica pieza de museo.  En serio: debería estar en un museo y no en uso.  Tiene una cantidad de deficiencias, pero una de las más llamativas tiene que ver con las elecciones donde existe más de una plaza elegible, por ejemplo, el caso de los diputados.  En este tipo de elecciones los puestos se llenan por un sistema de cociente y subcociente.  El cociente es el número de votos válidos divido entre el número de puestos a ocupar, y el subcociente es la mitad de eso.  Para asignar puestos se toma el número de votos que recibió cada partido, se divide entre el cociente y se toma la parte entera del resultado.  Esto se hace con todos los partidos que participan en la elección.  Si luego de hacer esto no se asignan todos los puestos, se recurre al sistema de subcociente, que no voy a tratar de explicar y el que tenga interés puede ver los artículos 203, 204 y 205 del código electoral vigente.

Para entender como funciona esto en la práctica, podemos mirar datos los de la elección de diputados del año 2006 en la provincia de San José.  Hubo 608967 votos válidos y habían 20 plazas para llenar, así que el cociente era de 60896720 = 30448,35.  Los resultados parciales de esa elección, para los partidos que obtuvieron más que el subcociente (15224,18), fueron:

  • PLN, 204429
  • PAC, 159050
  • ML, 56035
  • PUSC, 37834
  • RN, 32909
  • PASE, 25690
  • PUN, 16804
  • FA, 17751

Todos los partidos que obtuvieron por lo menos 30448,35 votos tienen asegurado al menos un puesto.  Vean que eso deja fuera al PASE, PUN y FA.  Acá sin embargo es necesario calcular un “resto”, es decir, cuando asigno 6 diputados al PLN (204429 / 30448,35 = 6,7) me sobran votos.  Nadie en su sano juicio trata de calcular un residuo cuando divide números reales (de esos, “con coma”), nadie excepto el código electoral costarricense.  El residuo en este caso serían 21738,9 votos.  Sí, “coma nueve”.  Vayan a buscar a un costarricense y le dicen que el 10% de su voto se utilizó para elegir a un diputado y el otro 90% “todavía no”.  Los residuos ® de los partidos junto con los subcocientes (S) son:

  • PASE, 25690 (S)
  • ML, 25586,65 ®
  • PLN, 21738,9 ®
  • FA, 17751 (S)
  • PUN, 16804 (S)
  • PUSC, 7385,65 ®
  • PAC, 6808,25 ®
  • RN, 2460 ®

Ahora viene la parte perversa de este sistema: noten como los partidos están ordenados por su residuo y subcociente según corresponda.  Como por cociente se asignaron 14 puestos y los elegibles son 20, se asignan seis puestos a los partidos en esta lista, uno por uno hasta que se agoten.  Si no se agotan, se siguen asignando desde el inicio de la lista.  Acá que hay subrayar un detalle: el residuo de el PUSC, el PAC y RN son menores que el subcociente, pero de todas formas participan en la repartición.  Si ese no hubiese sido el caso, el PASE con sus 25690 votos hubiese obtenido dos diputados y no uno.  El problema de este sistema es que hay situaciones en las cuales un voto vale más que otro. Por ejemplo en la elección del 2006, el PLN obtuvo no uno sino dos diputados en Heredia y dos diputados en Guanacaste gracias a este sistema.

La otra parte perversa de este sistema es que existen situaciones en las cuales un partido se verá sobrerepresentado en la Asamblea Legislativa.  Por ejemplo, utilizando números muy similares a los que finalmente decidieron los siete diputados de Cartago, si el partido A obtiene 59999 votos, el partido B 50000 y el partido C 8999, entonces nuestro sistema asigna 4 diputados a A y 3 diputados a B.  Pero si una sola persona más decide quitarse la flojera y va a votar por C, entonces el resultado cambia a 3 diputados para A, 3 diputados para B y 1 diputado para C.  En otras palabras, con una representación en la votación de 7% en ambos casos, en el primero el partido C obtiene el 0% del poder de desición mientras que en el segundo obtiene un 14%.

Existen sistemas de elección más justos, pero también más complicados.  Acá en Costa Rica podríamos optar por hacer las cosas más simples y redondear el número de diputados obtenidos, es decir, si obtengo 60 mil votos de un total de 90 mil y hay 7 puestos eso son 4,7 puestos, es decir 5.  Con ese sistema va a ocurrir que no todos los puestos se pueden ocupar, más tomando en cuenta la gran cantidad de partidos políticos que participan en la elección y que no obtienen ni siquiera medio puesto, ni que decir uno entero.  Una solución es seguir asignando puestos por el número total de votos obtenidos, es decir, en esta hipotética elección, si sobran 2 puestos y un partido obtuvo 6300 votos, otro 6000 y otro 5800, entonces los partidos con 6300 y 6000 votos obtienen un puesto.  Otra solución es no redondear hacia arriba sino hacia abajo y que los votos “no utilizados” se asignen mediante coaliciones, es decir, utilizar los votos para designar diputados, y que cada voto se use como máximo una vez.

En “mi” Asamblea Legislativa, es decir, en una donde yo considero el método de elección más justo, el PLN hubiese tenido 21 diputados, el PAC 15, el ML 7, el PUSC 6, Renovación Costarricense 1, el PUN 1, UPC 1, Unión Agrícola Cartaginés 1, PASE 1, Acción Laborista Agrícola 1, FA 1 y RN 1.  Hubiese sido tal vez más fácil para el PLN obtener mayoría simple, pero también le hubiese costado más la mayoría absoluta.  De cualquier forma hubiese sido una Asamblea Legislativa más representativa.



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