Sobre la campaña política…

11-27-2009

En días recientes he escuchado en múltiples ocasiones opiniones refiriéndose a la campaña política como “una guerra de ataques”, la última vez en Telenoticias el 26 de noviembre como introducción a una nota sobre un personaje llamado “Raimundo Banano” haciendo chota del proceso (dizque tratando de motivar a la gente para que vaya a votar).

Me llama la atención esa percepción pues está muy lejos de la mía.  Claro, yo no veo televisión y difícilmente leo periódicos impresos y en razón de eso para mi la campaña política ocurre en radio.  Y en la radio ocurre fundamentalmente en programas de opinión intercalados con espacios políticos pagados.  De estos últimos he podido escuchar cuatro grupos:

  • Los del PAC, que comienzan con “escuchemos a continuación a Ottón Solís, próximo Presidente de Costa Rica” y cierran con “Ottón, la Costa Rica que queremos”.  En el medio, la mayoría de ellos tienen a Ottón Solís mencionando un par de puntos de su “Programa Solidaridad”, orientado a “sacar a 500 mil costarricenses de la pobreza” y subrayando particularmente el mensaje de “sí, sí hay plata, pero está mal administrada”.  Cierran señalando en alguna forma que es necesario que “despertemos” y que seguir caminando hacia “adelante” tal vez no es la mejor idea del mundo.  Si bien creo que entiendo la intención de la campaña, me parece que debería ser más explícita respecto a que “adelante” está el precipicio, que es lo que parece que quieren decir, pero que no dicen.  Insisten en reforzar la imagen de “la candidata de los Arias.”
  • Los del ML, una campaña efectista que básicamente se dedica a establecer que el partido Liberación Nacional es el más corrupto de la historia de Costa Rica, con una insistencia que raya en majadería por mencionar casos como los de Robert Vesco.  El otro punto es el de la “mano dura” con la delincuencia, y acá a la campaña solo le falta decir que “vamos a atrapar a los ladrones, meterlos a la cárcel y tirar la llave al río”.  El tercer eje va por el lado de desacreditar específicamente a Laura Chinchilla y en particular su labor como Ministra de Seguridad y Justicia.  Otto Guevara solo aparece de nombre.
  • Los del PLN, con Laura Chinchilla hablando de seguridad y explotando una imagen maternal de la candidata al decir que hay que “castigar al delincuente con firmeza y autoridad”, que hay que pensar mejor donde colocar a los policías y que hay que sacar las drogas de las escuelas.  La otra variante trata de programas de cuido de menores y adultos mayores, nuevamente apelando a un rol estereotípico de la mujer como la que está encargada del cuido de los integrantes de la familia.  Procuran enmendar el error de prestarle atención al Movimiento Liberatario y cierran con “Laura, firme y honesta”.
  • Los otros, que han sido un puñado de mensajes cortos, como los de Luis Fishman, Óscar López y Rolando Araya.

Respecto a ese “error” … cuando la campaña todavía no comenzaba, Otto Guevara personalmente se dedicó a establecer esa imagen de Liberación Nacional como la madre de toda la corrupción en Costa Rica y algunas personas conectadas con el partido se sintieron tan personalmente ofendidos que no resistieron la tentación de responder.  Y es precisamente esa respuesta la que la campaña de Laura Chinchilla está pagando caro, pues el Movimiento Libertario se presenta (y no precisamente por méritos propios) como “el otro”.  Una hipótesis que suena factible es que Liberación Nacional todavía no puede sacarse de la cabeza la noción del bipartidismo y en ese sentido prefiere que el Movimiento Libertario sea la oposición y no Acción Cuidadana, pues su corazoncito está muchísimo más cerca del primero.  La lógica, si se le puede llamar así, es que si al ML le va bien con la elección de diputados, sería más fácil ponerse de acuerdo con ellos que con el PAC — la cacareada ingobernabilidad de Óscar Arias.

Obviamente hay diferentes teorías de comunicación operando acá.  El PAC parece haber optado por un mensaje comparativamente complejo, orientado a personas con educación universitaria, lo que perciben como “personas influyentes”, es decir, están apostando en última instancia por una campaña “de boca en boca”, pero están tratando de aumentar la base desde la cual parte esa campaña.  El ML por otra parte parece haber optado por una campaña más simple, pero precisamente en razón de esa simpleza no es claro a quién le están tratando de hablar, pues los liberticidas que conforman su base no necesitan convencimieto, solo necesitan acceso al poder para poder echarse todo abajo por medios institucionales.  El PLN por su lado está tratando de chinear los votos que ya ha adquirido, y en ese intento tiene una tarea relativamente difícil, pues no pueden dar la espalda al sector empresarial que se ha visto beneficiado durante este gobierno, pero al mismo tiempo en el 2007 ya aprendieron por la vía más difícil que la influencia del empresariado sobre los trabajadores tiene límites, es decir, tienen que chinear al mismo tiempo a dos públicos relativamente distintos.

Desde el punto de vista de comunicación, la campaña que más me llama la atención es la del PAC, no solo porque es evidentemente más intensa que en años anteriores, sino también porque se ve mucho más pensada y más pulida.  Si bien Ottón Solís insiste en pedir debate con Laura Chinchilla y subraya lo que desde el punto de vista del PAC son los errores de los gobiernos de Liberación Nacional, no me parece que uno pueda decir que hay “ataques”, como sí ocurre con el ML respecto al PLN.  Más bien, escuchando ocasionalmente las transmisiones de las sesiones plenarias de la Asamblea Legislativa, allí si se ha dado un ataque frontal desde Liberación Nacional hacia Acción Cuidadana y muy poco hacia el Movimiento Libertario.  ¿Será que no les llegó el memo de parte de la dirigencia de campaña?



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