12-09-2009
Hoy 9 de diciembre Radio Universidad comenzó a hacer la tarea temprano: logró juntar a Laucha Chinchilla, Luis Fishman, Otto Guevara y Ottón Solís en un debate de dos horas. Una de las preguntas, de parte de Constantino Urcuyo, se refirió a las políticas de mano dura, señalando desde el inicio que está demostrado que en América Latina las medidas de esa clase han tenido efectos adversos y que a la luz de eso cuál sería la posición de cada candidato al respecto. Haciendo un ejercicio de comunicación, creo que lo que cada uno de ellos dijo al respecto fue lo siguiente:
- Laura Chinchilla: es necesario tratar a los criminales con firmeza donde y cuando sea necesario. A la par de eso hay que fortalecer los cuerpos de represión policial para que puedan hacer su trabajo dotándolos de mayor presupuesto.
- Luis Fishman: la inseguridad genera pobreza y por ello está del lado de las políticas de mano dura.
- Otto Guevara: las políticas de mano dura “sí funcionan” y serán aplicadas rigurosamente. Lo que hay en Costa Rica es alcahuetería con los delincuentes.
- Ottón Solís: efectivamente las políticas de mano dura no funcionan y lo que debe ser atacado es el origen de la inseguridad, es decir, la desigualdad, que también es responsable de otros problemas sociales, por ejemplo aquellos relacionados con el ambiente. Además de la materia presupuestaria, dice que se deben reglamentar las leyes existentes que están orientadas a fortalecer la labor de la policía.
Escuchando el debate me parece que Laura Chinchilla en particular tiene un problema interesante entre manos: el discurso de Otto Guevara en materia de “mano dura” y “cero tolerancia” es lindísimo, es lo que “la gente” quiere. Hay personas que han sido víctima de la delincuencia común, aquellos a quienes les han arrebatado el celular, les han quebrado el vidrio de un carro para llevarse el radio y les han destrozado la puerta de la casa para robar todo cuanto exista dentro. Y si bien estas personas no son pocas — algunos datos indican que deben ser del orden de uno a dos millones de personas — sí son muy pocas las que han recuperado sus pertenencias o siquiera han visto al criminal responsable castigado. Es precisamente a esa gente a la que le está hablando Otto Guevara: la que se siente viol(ent)ada y demanda “justicia”. A esa gente le dicen “vamos a castigar a todos los criminales” y sienten que por fin alguien les está prestando atención. Y esa gente no se molesta en ir a leer a ver si esas medidas que Otto Guevara propone han logrado lo que prometen en los países donde se han aplicado, pues si lo hicieran se darían cuenta que esas medidas en lugar de disminuir la criminalidad la aumentan. Y ese es el problema de Laura Chinchilla: no puede decirle que no a Otto Guevara pues pierde el apoyo de esa gente que no lee, pero tampoco puede decirle que sí pues sabe que ahora más que nunca necesita diferenciarse de él.
Más de uno se pregunta ¿por qué esas medidas no funcionan? Para muestra botón: en Brasil, uno de los precursores de la “tolerancia cero”, lo que se observó luego de muchos años de aplicar estas políticas, fue que la corrupción aumentó. El razonamiento inocente es así: “si me llevan ante un juez, me meten a la cárcel mucho tiempo, por tanto mejor no incurro en actividades ilegales.” El razonamiento real sin embargo es más simple: “si me llevan ante un juez, me tiran en la cárcel, por tanto no quiero ir ante un juez y para evitar eso me basta con sobornar adecuadamente a la policía.” Y eso último es exactamente lo que ocurre en Brasil. Para evitarlo es necesario proveer suficientes incentivos a los cuerpos policiales como para que no incurran en esto, pero en Costa Rica no tenemos los recursos para tal cosa y por tanto no podemos tomar el camino fácil, sino que no hay alternativa y tenemos que ir por el que sabemos que es más difícil y más largo: atacar las causas. Es lo que pasa siempre que vemos que hay un problema y dejamos pasar mucho tiempo antes de hacer algo al respecto.
Respecto al problema de Laura Chinchilla, ella está en la misma situación: tiene que comenzar por “atacar las causas”, es decir, tiene que comenzar por explicar por qué lo que Otto Guevara propone, por muy lindo que suene, no funciona y no limitarse a decir que son “palabras altisonantes” y “brabuconadas”, como lo hizo durante el debate de hoy.