01-13-2010
A poquito más de tres semanas de las elecciones, ocurrió lo que muchos ya considerábamos un mito: el Movimiento Libertario publicó su plan de gobierno.
Y tengo que admitir que estoy impresionado.
Estoy impresionado porque hacía rato que no veía a “una” sola persona tratar de acomodarse a las ideas de tantísima gente disímil al mismo tiempo. Es una contorsión reservada solo para gimnastas olímpicos.
En la parte de educación, el Movimiento Libertario adopta como suyo el proyecto “One Laptop Per Child”, pero no le llama de esa forma, seguro con la finalidad de no molestar mucho a sus aliados de empresas transnacionales como Microsoft e Intel, a quienes en una sección distinta tratan de agradar diciendo que en su gobierno se hará valer el principio de “neutralidad tecnológica”.
Curiosamente, para evitar referirse a la OLPC, habla del existoso proyecto emprendido por el gobierno Tabaré Váquez en Uruguay… sip… el Movimiento Libertario, en busca de caerle bien a otro grupo distinto de gente, está usando como referente a uno de los gobiernos de izquierda de más izquierda de todo el continente.
Y a la vuelta de página, tratando de caerle bien a otro grupo más de gente, dice que para no “sacrificar la exigencia académica” reestablecerá la nota mínima de aprovechamiento en 70. Pero a fin de no perder a los abanderados del pobrecito que hubo en este gobierno, solo un párrafo después dice que estimulará, apoyará y promoverá… que digo promoverá… financiará los “proyectos educativos alternativos” que ya se llevan a cabo con el apoyo del sector privado y la sociedad civil, amparado esto nada menos que en la Ley Fundamental de Educación. Y si luego de eso alguno queda con dudas, el examen de bachillerato también se va.
Lo dicho: gimnasta olímpico.
Basta leer un poco el programa de gobierno en la parte de educación para entender que lo que proponen es una educación estilo EE.UU.: asistencia electiva, materias electivas, llevadas en un orden igualmente electivo, todo con una metología también electiva y bajo la autoridad de una junta de padres educación. Por qué alguien querría emular el sistema educativo que tiene los peores resultados de todo el mundo ist mir ein Rätsel, pero está ahí, en el programa de gobierno, en blanco, negro y rojo.
Para que nadie se sienta excluido, reducirá la “tramitología” (y supervisión) de las universidades, y como hasta los libertarios admiten que de eso no puede salir nada bueno, se “apoyará” la realización de exámenes de incorporación a los colegios profesionales.
Todo esto proviene nada más de la sección referida a educación. El resto siguen el mismo modelo: desregulación unida a controles implementados de forma privada y postfacto. En otras palabras, si esto llegara a implementarse, algunos cientos de miles de costarricenses serviriamos de conejillos de indias — en Español: serían estafados — a fin de que los mecanismos autoreguladores del mercado pudiesen comenzar a funcionar (“no vayás a X porque ahí no pasás el examen del colegio / te matan / te cobran el doble y te dan la mitad”).
Esta última es la parte de la teoría de la mano invisible que los economistas prefieren callarse: la cosa que “detecta” si un servicio es bueno o malo, al final del día, son personas como usted y como yo, a quienes le toca pagar sobreprecios o simplemente no obtener lo que les prometió en la publicidad a fin de la próxima vez no volver arrimarnos a ese negocio. Supongo que eso funciona para un pedazo de pizza o una barra de jabón, pero, ¿para educación y para salud? Está bien, dejo de visitar ese negocio, ¿pero quién me devuelve el tiempo perdido?
La casualidad está en que eso es exactamente como la propaganda del Movimiento Libertario, que abajo del tipo sin ropa y los eslogan rimbombantes deberían llevar una leyenda que diga “aplican restricciones / no se aceptan devoluciones”.