Igualiticos

04-28-2012

Con el burumbúm de la elección legislativa del primero de mayo, volvió a salir a relucir el hecho que el diputado Víctor Emilio Granados cumplió una condena de 8 años por haber estafado a un banco del Estado.

Sí, así tal cual: un diputado de la República cumplió condena por haber estafado a quien hoy en día paga su salario.

Y si eso resulta poca cosa, ahora ese mismo diputado podría llegar a ocupar el cargo de presidente de la Asamblea, lo cual quiere decir que existe la posibilidad de que ocupe, al menos temporalmente, el cargo de Presidente de la República.

Así, en Español: una persona que cumplió condena por estafar al Estado podría llegar a ser Presidente.

Un abogado me podría decir que cumplió la pena y pagó su deuda a la sociedad y todo eso. A mí honestamente eso no me importa, pues sería el acabose en la situación en la que estamos llegar al punto de tener un presidente con esas calidades. Mejor digamos de una vez que el último que salga por favor apague la luz.

El caso me resulta doblemente insultante, pues yo soy costarricense, pero no nací en Costa Rica. Resulta que la Constitución de la República indica claramente que yo nunca podré optar por el puesto de Presidente.

Soy igual al resto de los ciudadanos de la República, pero no igualitico.

En Costa Rica, yo, que voluntariamente opté por la cuidadanía del país, tengo menos derechos que una persona que voluntariamente optó por cometer una falta contra toda la sociedad. A él se le perdona habernos robado a todos, incluyéndome a mi, pero a mi no se me perdona haber nacido en otro país.



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