Su única ideología es el oportunismo

04-23-2012

El PASE anunció hoy que el PLN logró comprar sus conciencias a precio de ganga: la mitad del directorio legislativo, incluída la presidencia del mismo. Sobra decir que sus cómplices son los otros oportunistas en la Asamblea: Restauración Nacional y Renovación Costarricense, que han sido desde siempre simples apéndices del PLN. El PLN a cambio recobra la posibilidad de controlar las comisiones, al exigir un mínimo de puestos en las mismas, que logran mayoría con los votos de sus peones. Esto último le devuelve al PLN la posibilidad de torpedear los proyectos que sean menos afines a sus intereses, y de manipular cosas tales como la comisión de nombramientos, ahora que se aproximan nuevamente designaciones en la Contraloría y la Sala IV, entre otras. Notablemente el PLN sí pidió mayoría en la comisión de hacendarios, para evitarse los dolores de cabeza que tuvieron el año pasado con el presupuesto.

Demuestra con esto el PASE que su palabra no vale absolutamente nada y como no va a ser así, si son un partido cuya única característica real es ser pedigüeños que se van a donde más caliente el sol. Ya a inicios de este año había salido Óscar López poniendo los votos de sus diputados a “disposición” del PLN, y más de uno salió al paso diciendo que eso no era más que un intento por desacreditar al partido. Ya vieron.

Hay que reconocer la habilidad del PLN para entrarle por el lado más flaco al asunto además de saber reconocer la oportunidad, pues esto ocurre justo en el momento que en principio se había logrado llegar a una solución en torno al tema de quién pondría el ML como presidente, al retirar el nombre de Danilo Cubero, tal como venía pidiendo el PAC desde hace ya varios meses.

Es triste también ver la miopía de los partidos de oposición al dejar ese portillo abierto durante tanto tiempo, no porque vayamos a desandar todo lo que se había avanzado, sino porque demuestra una vez más la pobre práctica política que existe en Costa Rica, donde por defender un milímetro de acera abandonamos un kilómetro de patio.



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