Hace cuatro años estábamos contemplando la posibilidad de que quedara presidente Johnny Araya, una horrible combinación entre corrupción, oscurantismo y una completa falta de seriedad. No es posible tapar el sol con un dedo: gracias a la serie de ridículos protagonizados por Araya y otros candidatos, ganó Luis Guillermo Solís en segunda vuelta.
Si bien habían muchas expectativas respecto a lo que el primer gobierno del PAC podría hacer, había también mucho temor que no pudiesen encontrar la gente necesaria para gobernar, o que por primerizos no supieran como hacer las cosas.
Para las elecciones presidenciales de 2010, el Tribunal Supremo de Elecciones tenía un servicio en línea donde uno podía consultar el lugar en el que uno estaba inscrito para votar. El Tribunal lo actualizó para las elecciones del 2014 y las de este año. El sitio sirve su cometido, pues proporciona la dirección del centro de votación y la mesa en la que uno vota, además un mapa para facilitarle a uno encontrar el recinto.
Específicamente, ¿para qué quiere tener una entidad gubernamental una página web?
Yo en general divido las páginas web en dos grandes categorías: panfletos y el resto. Todos sabemos bien lo que es un panfleto: la hojita que le encaraman a uno en la avenida central, en el centro comercial, en la feria, en los mostradores de los bancos y en tantos otros lugares. Lo que no sabemos es para qué sirve un panfleto, pues la enorme mayoría de la gente, no alcanza a tener uno en la mano cuando ya se está deshaciendo de él.
Querido BAC:
“Querido” en este caso sigue siendo un recurso retórico. Ustedes no son queridos por mi persona, todo lo contrario.
Para que lo entiendan: ustedes como banco siguen apestando.
Ayer, en mi terquedad, tuitié esto:
@SomosBac "Valores como los tuyos" ¡Ja!
Un mes después el problema existe exactamente en la misma forma. El "área encargada" no hizo nada.
— Marcelo (@Magallonico) diciembre 8, 2015 porque el problema del que hablaba hace un mes, el problema que la persona o personas escondidas detras de @SomosBac dijeron que escalarían al “área encargada”, sigue estando ahí.
Querido BAC:
“Querido” en este caso es un recurso retórico. Ustedes no son queridos por mi persona, todo lo contrario.
Para que lo entiendan: ustedes como banco apestan.
Cobran caro, pagan una miseria, son ineficientes y tratan mal a sus clientes. La enorme mayoría de sus clientes lo son a la fuerza, pues ustedes de alguna forma u otra han logrado convencer a una cantidad importante de patronos en Costa Rica que realicen los pagos de planilla a través de ustedes.
Me he mantenido al margen de este tema porque es triste, muy triste. Y lo triste es escuchar a la gente referirse en medios al tema porque es evidente que no tienen idea de qué están hablando, sin importar el título con el que se presenten al público. Un buen resumen de esto lo constituyen dos segmentos del programa “nuestra voz” que conduce Amelia Rueda.
El primero salió al aire el día 1ero de setiembre, donde Amelia Rueda inicia el tema aseverando que ”fue la misma Caja la que nos informaba del tema de SICERE”, posiblemente haciendo referencia a un artículo de La Nación sensacionalistamente titulado “‘Hackers’ violan datos de planillas en sistema de CCSS” (a que no enlazo por razones conocidas).
En ocasión del inicio de operaciones de la transnacional Uber en Costa Rica en estos días ha habido mucha conversación, en línea y en la vida real, respecto a si el gobierno debería dejar a la empresa en paz o no. Digo que se trata de dejar a la empresa en paz porque honestamente no entiendo qué ha motivado la conversación. El tema de transportarse en Costa Rica ha sido tema desde que me acuerdo.
Mucho se ha discutido sobre las anualidades en el sector público, como si fueran una cosa mágica que de hoy para mañana multiplican los salarios por 10.
La UCR publicó, en el contexto de la discusión sobre salarios en los medios, su planilla para el mes de junio de 2015. En el documento se indica no solo el puesto y el salario, sino también los años de servicio correspondientes.
Por curiosidad tomé la categoría de “técnico asistencial A”, saqué todos los salarios, los agrupé por años de servicio, y lo que se muestra a continuación son el mínimo, promedio y máximo para cada uno.
El diputado Otto Guevara publicó en Octubre del año pasado los salarios para los funcionarios de todas las universidades públicas del país. El rector de la UCR, Henning Jensen, ha cuestionado la validez de los datos publicados, no desde el punto de vista de si son o no correctos, sino de la forma en la que han sido interpretados. Don Henning tiene razón cuando dice que no es correcto sacar conclusiones a partir de un único mes de datos, pues se realiza la supocisión que lo que sea que se indica, es el salario del funcionario durante todo el año.
En este artículo voy a mencionar varias publicaciones del periódico La Nacion y no voy a incluir enlaces a ninguna de ellas. Si quiere saber por qué, lea esto.
Todo parece haber comenzado con el artículo que La Nación tituló “ICE paga a misceláneos y peones hasta ¢1,4 millones”. Yo siempre me he preguntado en cuál curso le enseñan a los periodistas a redactar titulares sensacionalistas, porque esto no es otra cosa que eso.