Deporte nacional de los ticos

10-21-2005

Antes había escrito respecto al “deporte nacional” de los ticos en época de elecciones. Ahora, con la campaña en andas (y me pregunto si eso quiere decir que la campaña está en marcha o si la llevan en andas y por eso va tan lento) parece que el verdadero deporte nacional sale relucir…

“solo saben jugar de chapitas”, “aquel es un extremista radical”, “ese es un dogmático y simplista”, “cuyo es un egocéntrico que quiere ver su fotografía en todas partes”, “¡neoliberal!”, “¡izquierdoso!”, “¡antiglobalista!”, “…”

… y para esta altura los “argumentos” y las “demostraciones” (un poco falácicas y un mucho fálicas) se han reducido a razonamientos circulares (si uno tiene suerte) o simplemente a dejar ir una retahíla de adjetivos floridos en contra del objeto de su afecto, que luego de haber tirado la piedra se esconde — como buen pendejo — la mano bajo el pretexto del “humor”.

Si, el tico se divierte — me distancio — haciendo chistes de lo que no entiende o sobre aquello de lo que tiene miedo, lo cual es parte del ser humano. El problema ocurre cuando el asunto no pasa más allá, cuando no se supera la etapa de la broma fácil para llegar a la de el análisis crítico y el desarrollo de soluciones. Nos — me incluyo — entretenemos señalando las cosas malas (huecos, educación en decadencia, inseguridad, ineficacia institucional, …) y no se — d’largo otra vez — da el paso a la propuesta de soluciones.

Igual, como el teclado aguanta todo lo que le tiren, es facilísimo hablar hasta que las oídos sangren y los dedos duelan haciendo gala de lo que mis colegas del norte llaman “hand waving” y que yo prefiero designar como “aleteo” pero que, por suerte, no tiene nada que ver con tiburones: esas demostraciones basadas primero en la palabrería y segundo, pero más importante para el efecto que se persigue, el incesante gesticular de manos. La técnica es la misma que la de un mago: distraer suficiente al espectador de forma que no se de cuenta que todo lo que ve es tan solo espejo y humo, y la magia que cree estar viendo en realidad no es tal.

Y confesé, y sigo confesando, mi sorpresa cuando de unas semanas para acá vine observado como existe gente que es capaz de aletear … ¡en el teclado! ¡Aletear sin aletas! ¡vaya concepto!

En Alemania ocurrió recientemente una cosa que todavía me tiene con la boca abierta: ellos tienen un sistema complejo de gobierno, pero la idea básica es que hay un canciller electo por el Bundestag (algo como un congreso legislativo), que a su vez está compuestos por varios cientos de representantes electos por el pueblo. Como el canciller es el jefe de gobierno de la república, entonces en Alemania las elecciones presidenciales no son tan trascendentes como las elecciones del Bundestag. Hace unos meses Schröder, el canciller saliente, confrontado con el hecho que no tenía mayoría parlamentaria, realizó una maniobra que permitió que Alemania llamase a elecciones adelantadas. Eso condujo a la primera cosa asombrosa: una campaña electoral de no más de cuatro o seis semanas (se nos hiciera el milagro). La intención era no darle a la oposición tiempo para maniobrar y de esa forma lograr una mayoría para su partido en el Bundestag, ergo, una reelección en su cargo. El resultado no fue exactamente el deseado y pasó que el Bundestag quedo divido casi en forma igual entre el SPD (socialdemócratas) y el CDU/CSU (coalición socialcristiana), con el CDU/CSU obteniendo un puñado más de escaños. En esta situación en Costa Rica hubiésemos procedido a colgar las tennis e irnos todos para la casa “porque así no se puede gobernar”. Los alemanes por su parte se sentaron a negociar produciendo como resultado la segunda cosa asombrasa: ¡un consenso! La tercera cosa asombrosa es que ese consenso radica en darle a la oposición ministerios tales como Finanzas, Relaciones Exteriores, Obras Públicas, Salud y Trabajo. El CDU/CSU se quedó con la cancillería propiamente y el resto de los ministerios (Interior, Defensa, Ciencia, Educación, …)

Entonces en el periodo de tiempo en el cual en Alemania comienzan su campaña, la desarrollan, la finalizan, se enfrentan a un problema y lo resuelven, nosotros básicamente nos dedicamos a despotricar contra el ICE, despotricar contra los sindicatos, despotricar contra los maestros, despotricar contra el ICE otra vez, despotricar contra los estudiantes despotricando contra el TLC, despotricar contra las leyes, despotricar contra quienes hacen las leyes y finalmente despotricar contra cualquier otra parte del gobierno o la sociedad respecto a la cual no hubiésemos despotricado aún.

¿Y todo por qué? Porque nos autojustificamos diciendo que es mejor reír que llorar. Y, como este país tiene un ángel guardián que el día que lo encuentre me lo voy a traer abajo a pedradas al desgraciado, en medio de todo eso “la Sele” ganó un par de partidos y el pase a — oh, la ironía — Alemania ’06, hecho que logró que la mitad del cerebro que todavía estaba lúcida procedise a retirarse a si misma de la pelea por K.O.

De parte mía, cuando encuentro el tiempo o sacrifico el sueño, trato de colaborar en discusiones que parecen llevar a alguna parte, aunque los resultados a veces decepcionan.

Y como de reirse se trata, una nota curiosa: Alemania ’06 en Alemán es “Deutschland ’06″, que se lee como “Deutschland null sechs” que suena como “Deutschland null Sex”, que de vuelta al castizo es “Alemania sin sexo”, que apoya la teoría de ella que propone que realmente los hay tan estúpidos. Y en eso, modestia no te quiero, ¡no me incluyo!.



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