01-11-2006
En esta parte del mundo se va la luz… perdón, se interrumpe el fluído eléctrico con irritante frecuencia. En otras partes del mundo una interrupción de esa clase es motivo de titulares en el periódico, pues ocurre tal vez una vez en cuatro años. Por cinco minutos.
Pero en lugar de verlo como un acontecimiento irritante uno puede aprovechar la oportunidad.
¿Sino cuándo está tan silencioso como para comenzar a escuchar nuestros pensamientos?
¿Sino cuándo está el cielo tan oscuro como para levantar la vista y encontrarnos con nosotros mismos?
Pero en el instante cuando menos se la espera, vuelve esta tecnocrática normalidad…