Aroma de mujer: la otra cara de la moneda

01-31-2006

Venía sintonizado a escribir otra cosa, de pasiones, aromas y amores. Venía sintonizado a escribir como existimos aquellos para los cuales un olor es suficiente para reconstruir un momento, una prescencia y una persona. No, miento. A esa única persona. De como cerramos los ojos en ese instante y ahí está, en nuestras manos, en nuestros brazos y en nuestros labios…

Pero ellos no quieren que escriba eso. Así que se queda para ella, para mí, para nosotros. Nada más.



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