01-21-2006
Insistió otra vez: “¿Qué es un fotón?”
“Una pequeña palabra fuente de muchas migrañas” fue su respuesta, y no pudo evitar que se dibujara una sonrisa en su rostro.
“¿Te estás riendo de mí?” exclamó con algo de molestia.
“No, en absoluto. La idea del fotón tiene menos de un siglo de existir, pero el problema que representa es milenario.”
“No entiendo.” La frustración comenzaba a aflorar en el timbre de su voz.
“Platón y Euclides se cuestionaban hace veinticinco siglos cómo es que vemos y por ende en última instancia respecto a la naturaleza de la luz. ‘Fotón’ quiere decir eso: luz.”
“Sí, ahorrate tus eternas historias, ¡ya sé que nunca terminan!” interrumpió. “¡Yo nada más quiero saber qué cuernos es un fotón!”
“Bueno, si así es como lo quieres…” dijo, con un tono más bien calmado, para continuar casi citando de algún libro de texto: “‘Un fotón es un cuanto del campo electromagnético, en algunos casos exhibe características de onda y en otros de partícula.’”
“¡Te estás riendo de mí! ¿Me decís entonces que no es ni chicha ni limoná?”
“No, te digo que es chicha y también li-mo-na-da.” dijo, al mismo tiempo que lamentó el color de su propia respuesta. A veces no estaba tan seguro de si sus comentarios superficialmente engreídos se entendían como lo que realmente eran: pequeños retos, provocaciones …
“Bueno, Einstein, no sos tan brillante entonces, ¡obviamente una sola cosa no puede ser dos al mismo tiempo!”
“Tal vez no, pero dos si pueden ser una… y eso me lo explicaste vos a mi…” contestó perdiéndose en otros pensamientos.