10-19-2007
Ayer en la sesión del Plenario Legislativo me tocó escuchar a Olivier Jiménez (PLN) decir esto:
Señor Presidente, compañeros diputados, hace algunos días he
estado viendo aquí una gente que viene con carteles, poniendo cosas
de un compañero diputado; yo creo que la democracia en este país es
muy importante, la tolerancia, este es un país donde somos muy
tolerantes; yo considero que, _esa señora que hace días viene
poniendo esos carteles ¡vagabunda!, será que no tiene nada que
hacer en la casa, y los otros vagabundos que la acompañan_; yo
creo que ya es mucha la majadería, ya el compañero Sánchez se
disculpó con el pueblo de Costa Rica, ya hizo lo que tenía que
hacer; yo creo que la Asamblea debería tomar las medidas necesarias
para que esto no ocurra, esa es responsabilidad; […] ya es mucha
majadería, es mucha la ofensa, es mucha la humillación, yo creo que
somos diputados y merecemos respeto, este irrespeto que vemos hace
días de esa gente, debe, la Asamblea, de tomarlo en cuenta.
_Esta gente vagabunda que está ahí, esa señora mayor que podía
estar con el rosario y estar en la iglesia, no estar haciendo eso,
eso no es correcto_; […] yo creo que no es correcto, a una
persona no se le deber avasallar tanto, no se le debe avasallar
tanto; yo considero que hay que ser respetuoso y mis compañeros aquí
en la Asamblea tenemos que merecernos ese respeto, todos, y
acompañarnos todos en el respeto.
La persona a la que el diputado se refiere es Myriam Zamora, una muy respetable y valiente señora de 85 años (y abuela de una apreciada lectora) que desde el 8 de octubre se ha presentando a la barra de la Asamblea Legislativa con carteles solicitando la renuncia de Fernando Sánchez (PLN) a su puesto de diputado.
El diputado responsable de estas palabras parece que es de esas personas que no entiende lo que quiere decir democracia. Democracia es que esa señora manifieste su descontento con las acciones de Sánchez, en la forma que quiera, las veces que quiera y donde quiera. De lo que yo sé en ningún momento ha injuriado ni calumniado a Sánchez, solo le está pidiendo su renuncia por un hecho delictivo confeso, por el cual no se le puede procesar porque está amparado a la inmunidad que su puesto le confiere.
Lo que Jiménez pide es lo que se hace en regimenes dictatoriales, donde estar en desacuerdo no es posible y pedir la renuncia de quienes ejercen mal el poder que se les ha prestado es impensable.
Si no les gustan los rótulos tienen dos opciones: los ignoran o le piden al 38avo diputado que jale, pero les jode la matemática, ¿no?