Terremoto le gana a gente, y estadio le gana a todo

01-15-2009

Tijera le gana a papel, papel le gana a piedra y piedra le gana a tijera. Por lo menos en el juego siempre hay una forma de ganarle a cada uno. Pero en la realidad costarricense parece que nada le gana al nuevo estadio nacional (así, con minúscula).

Cuando establecimos relaciones con China se firmó un memorando de entendimiento, el cual dice parcialmente:

Concretamente, el Gobierno de la República Popular China: 1. Ofrecerá a la República de Costa Rica [...] una asistencia no reembolsable de ciento treinta millones (130.000.000) [...] el resto, denominado en yuanes Renminbi y equivalente a cien millones (100.000.000) de dólares, será destinado para implementar los proyectos que necesite Costa Rica, incluidos los de cooperación económica y técnica dejados por Taiwán.

Resulta ser que el supuestamente regalado nuevo estadio nacional sale de esos cien millones de dólares, como reportó La Prensa Libre:

El regalo de $100 millones de la República Popular de China (RPCH) tenía como destino impulsar 21 proyectos para el desarrollo nacional, sin embargo la ocurrencia de un nuevo estadio nacional congeló la ejecución de las iniciativas, tras acaparar el dinero.

El departamento de cooperación internacional del Ministerio de Planificación y Política Económica (Mideplan) está atado de manos, porque hasta no conocer la cifra oficial de inversión en las obras del nuevo estadio, no sabrán si queda algún saldo disponible para por lo menos desarrollar alguna propuesta.

Un día antes del terremoto de Varablanca, Allan Granados escribía en la Extra de manera casi profética en los hospitales la gente se muere por falta de atención y medicamentos.

¿Y mientras tanto qué pasa con el estadio?  La última es que parece ser que el gobierno negoció que los trabajadores chinos que construirán el mamotrete ese no recibirán la protección laboral que brinda la legislación nacional, lo cual puede o no puede ser relevante, pero sienta un precedente muy serio: una empresa puede operar en Costa Rica por periodos extensos de tiempo y si contrata a sus trabajadores fuera del país, entonces puede brincarse la legislación laboral costarricense.

Entonces los US$100 millones que podrían haberse usado en obras sociales, incluída la reconstrucción en Vara Blanca, serán destinados a construirle un escenario apropiado para el traspaso de poderes a don Óscar.  ¿Por qué?  Porque estadio le gana a todo.



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