04-07-2009
Hace unas semanas escribí respecto a la respuesta que el TSE le dió al presidente del PLN, Francisco Antonio Pachecho, cuando preguntó: ¿e Interné… se vale? El TSE respondió con mucho tino: sí, sí se vale, pero no es para que hagan mesa gallega. En la mejor tradición de Liberación Nacional, parece que escucharon la parte de “sí”, pero no la de la “mesa gallega.”
Ayer me llegó una notificación de suscripción a una lista de correo a la que yo nunca solicité suscribirme. En lugar de proceder a desuscribirme en forma inmediata me esperé a ver qué cosa llegaba por ahí. Hoy me llegó el primer correo de la lista, y entre todas las cosas que decía, esta joya:
Entrevista – Laura Chinchilla: “Voy a ganar la convención del PLN”
A-já.
Mirando un poquito en el sitio web asociado a esto, veo que hay varios “prominentes” liberacionistas metidos en el rollo. Mirando un poquito más, solamente hay liberacionistas metidos en el rollo. Y mirando un poquito más todavía, esta entrevista es del poco contenido original del sitio, el resto se ve como copias de noticias obtenidas de otro lado (eso, o tienen una inteligencia artificial de avanzada que escribe noticias con una velocidad impresionante).
¿Entonces?
Mi impresión es que leyeron la resolución del TSE y notaron que deja un pequeño espacio abierto para abusos, a saber el tema de la “libertad de expresión”. Es decir, si “Laura Chinchilla” me manda un mensaje no solicitado, yo pongo una queja y a doña Laura la sancionan. Pero si “Carlos Revilla” ó “Maureen Ballestero” ó “Perico de los Palotes” manda el mismo mensaje (y solo para estar seguros, me refiere a un sitio web que no es el de doña Laura), entonces eso es simplemente libertad de expresión. Mejor todavía: si esos mismos sujetos me suscriben a una lista de correo sin que yo lo solicite, eso no es punible dentro de lo dicho por el TSE, entre otras cosas porque no tenemos ley para esto, lo que hace que en Costa Rica lamentablemente no sea ilegal. Y como si no es gallo es gallina, entonces es legal.
La intención de lo dicho por el tribunal es obvia, evidente y clara. La letra sin embargo deja esos huecos. Y por esos huecos tratan de meter hasta un tractor de ser necesario… o dicho de otra forma: “¡me lo comí en confites!”