06-06-2009
La Isla de Pascua — la isla más aislada del mundo — fue alguna vez la casa de los Rapanui, quienes, en razón de ese aislamiento, explotaron los recursos naturales de la isla hasta que no quedó nada, absolutamente nada.
En su momento, los Rapanui fueron una de las civilizaciones más avanzadas del mundo. Hoy todos han escuchado hablar en un momento u otro de los Moai, las colosales estatuas instaladas a lo largo de la isla. Fueron también grandiosos agricultores que usaban técnicas que aún hoy en día son consideradas avanzadas.
En Isla de Pascua crecían las palmeras más altas de todo el mundo, pero hoy ya no existen, pues los Rapa nui las talaron todas para construir los botes que utilizaban para pescar. Sin las palmeras, ya no podían pescar, pues no habían otros árboles que pudiesen utilizar para construir canoas. Con toda la isla deforestada tampoco podían cultivar alimentos, pues todo el suelo estaba erosionado y se había tornado estéril.
La teoría dice que hubo revueltas y hambruna, y la mayoría de los Rapanui no sobrevivió. La civilización que alguna vez fue, hoy ya no existe.
La pregunta que hoy no podemos contestar, el misterio de Isla de Pascua, es por qué si el cataclismo era previsible, los Rapanui aparentemente no hicieron nada para evitarlo.
Hay una lección que podemos aprender de los Rapanui, pues hubo dos razones que contribuyeron a la tragedia: la sobreexplotación de los recursos y el hecho que Isla de Pascua es eso, una isla. Hoy en día, igual que los Rapanui, estamos sobreexplotando nuestros recursos y, al igual que los Rapanui, vivimos en una isla: la Tierra.