08-23-2010
El rito de “los 100 días de gobierno” ha sido forzosamente instaurado por la presa, inspirado quizás en las acciones tomadas por F. D. Roosevelt durante sus primeros cien días de gobierno como respuesta a la “gran depresión”. Roosevelt había prometido ejecutar medidas al inicio de su gobierno, y el informe de 100 días fue simplemente una recapitulación de eso. No era un ejercicio de “rendición de cuentas” sino un comunicado de “en efecto estoy haciendo lo que dije que iba a hacer.”
Roosevelt. Chinchilla. Claro, la misma cosa.
A diferencia de Roosevelt, Chinchilla parece haber utilizado los primeros cien días para ver de que se trataba la cosa. Casi llega al extremo de decir que no conocía bien la situación de las finanzas del Estado, a pesar de haber ocupado la vicepresidencia hasta hacía relativamente poco tiempo. Y el chiste del replanteamiento del programa de gobierno tampoco fue para reírse.
El papel de Chinchilla hasta ahora parece estar limitado a la mediación tardía, siendo el ejemplo más claro la negociación del FEES, donde no se sentó a la mesa como líder sino para interceder a favor de la posición del gobierno.
¿Tal vez nadie le ha comunicado que el puesto que ocupa ahora es el de presidenta y no el de ministra?