11-08-2011
Decía yo hace algunas semanas:
Desde mi punto de vista el problema con las cámaras de vigilancia no está en las multas […] sino más bien en las cámaras propiamente. Comenzamos con esta locura en las municipalidades de San Pedro y San José, que instalaron cámaras de vigilancia en las calles dizque para mejorar la seguridad en las calles. Ahora vamos con cámaras para controlar el tránsito, y a como pinta la cosa cada día serán más. Sabiendo como somos en Costa Rica, eventualmente llegaremos a la situación de Londres, donde las cámaras están por doquier y no sirven para el propósito con el que fueron vendidas.
El día 5 de noviembre aparece una entrevista en La Nación con José Navarro, representante del consorcio que opera los famosos aparatos. El está preocupado por su platica, pues RACSA básicamente no le ha dicho por qué le suspendió el contrato. Debería ser evidente que es porque el COSEVI decidió curarse en salud y suspender la aplicación de multas, pero eso a don José le parece extraño, pues él señala:
Queremos saber los motivos y el dimensionamiento. Hay que hablar con Cosevi, porque aparte de esto (levantar infracciones), hay otra servicios que se le están brindando, son servicios informativos y estadísticos que no están relacionados con infracciones. Hay que ver si lo que suspenden es solo lo de infracciones. […] Es una información muy amplia, les da tiempos de viaje, cantidad de vehículos por tamaño, rango de velocidades […]
En corto: las cámaras no solo están ahí para controlar infracciones de tránsito. Técnicamente es posible usarlas para vigilar a personas, y no hay nada que indique no se están usando para tal efecto, más tomando en cuenta que como herencia de Rodrigo Arias en el OIJ tenemos una flamante oficina dedicada exactamente a tal cosa, y la que en virtud de la ley vigente puede aplicar medidas excepcionales para cumplir con su mandato.